Nisan 23, 2024

PoderyGloria

Podery Gloria'da Türkiye'den ve dünyadan siyaset, iş dünyası

¿Qué cree Biden en los asuntos turco-estadounidenses?

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, reconoció los eventos de 1915 como “genocidio”. Dado que no tiene fuerza legal, la declaración del presidente de los Estados Unidos no tendrá consecuencias legales; Sin embargo, esto podría socavar la relación de la administración Biden con Turquía.

Durante mucho tiempo, algunos sectores de la arena política internacional han utilizado el caso de 1915 como una herramienta definitiva para presionar a Turquía.

Con la excepción del ex presidente estadounidense Ronald Reagan, quien utilizó la definición de “genocidio” en el caso en 1981, ningún presidente estadounidense anterior ha utilizado la palabra en sus declaraciones. Según Ben Rhodes, uno de los asesores del expresidente estadounidense Barack Obama, está directamente relacionado con la geopolítica.

De manera similar, Bhuvan hizo lo mismo por razones políticas. Incluso se podría decir que superó a Reagan.

Aunque se predijo que Biden usaría el término “genocidio”, ¿por qué lo hizo?

La pregunta clave es cómo los dos aliados de la OTAN deberían desarrollar su relación tras la decisión de Biden.

Las agencias informaron que Biden y el presidente Recep Tayyip Erdogan hablaron por teléfono el día anterior. Según un ejecutivo, durante la conversación, Biden expresó su deseo de reconocer los eventos de 1915 como “genocidio”.

Biden quiere trabajar en estrecha colaboración con Erdoson para resolver los problemas que preocupan a ambas partes. Ofreció reunirse con Erdogan en persona cuando los dos estuvieran en una cumbre de la OTAN en junio.

Aparentemente, las intenciones de Estados Unidos de derretir el hielo en las relaciones con Turquía no parecen tan sinceras. Si lo hubieran hecho, Biden no habría leído la tarjeta de “genocidio” contra Ankara. De esta manera, queda claro que Estados Unidos está tratando de negociar beneficios en algunos temas que van en contra de la política exterior de Estados Unidos, basándose en el tema de Estados Unidos.

¿Por qué el error de cálculo?

El término utilizado por Biden es completamente irrelevante aquí. Primero, la cooperación ruso-turca se ha fortalecido significativamente en los últimos años. Un claro ejemplo de ello es la participación de ambos países en la implementación de grandes proyectos como el Gasoducto Turkstream y la Estación de Acupuntura (CN).

Por otro ejemplo, la compra por parte de Turquía de los sistemas de misiles antiaéreos S-400 de Rusia suspende su participación en un programa internacional para construir y actualizar un avión de combate F-35 de quinta generación.

Como resultado, las ya tensas relaciones entre Turquía y Estados Unidos han empeorado. En pocas palabras, Washington quiere que Ankara corte los lazos con Moscú.

Progreso Turquía-China

En segundo lugar, desde el final de la Segunda Guerra de Karabaj, Turquía y China han acelerado la cooperación conjunta en el marco del programa de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (PRI).

El primer tren de exportación de Turquía a China partió de Estambul el 4 de diciembre de 2020 y llegó a su destino el 19 de diciembre de 2020. El tren viajó por el Medio Oriente Transcaspio en la línea ferroviaria Bakú-Tbilisi-Cars, cruzando dos continentes, dos mares y cinco países en el corredor occidental, entregando carga a China en 12 días.

En el mismo mes, un segundo tren de carga con exportaciones de Turquía partió hacia China. En marzo de 2021, se envió un tercer tren de exportación de Turquía a China en la línea ferroviaria Bakú-Tbilisi-Cars.

¿Qué significa todo esto? Turquía concede gran importancia al PRI de China, que tiene como objetivo construir una red de infraestructura de transporte entre China, Asia, Europa y Oriente Medio.

Turquía se ha convertido en un punto muy estratégico en este proyecto, también conocido como Iron Silk Road. Gracias al plan, el tiempo de transporte entre Turquía y China se ha reducido de 30 días a 12 días.

Los tiempos de tráfico entre China y Europa a través del túnel submarino turco Marmare se han reducido a unos 18 días.

Como podemos ver, la cooperación turco-china en el campo del transporte beneficia tanto a Ankara como a Beijing. A medida que las rutas marítimas iniciadas por China pasan por Turquía, este factor se une a Estados Unidos para restringir el desarrollo del megaproyecto chino. La cooperación turco-china en la estructura del PRI es de gran preocupación para Estados Unidos

En tercer lugar, el tema de la intensa búsqueda de petróleo y gas de Turquía en el Mediterráneo oriental persigue no solo a los europeos, sino también a los estadounidenses que se encuentran geográficamente lejos de la región. Existen diferencias de opinión entre Ankara y Washington sobre este tema.

Turquía gasta un promedio de $ 40 mil millones (TL 332,90 mil millones) anualmente en importaciones de energía. Al mismo tiempo, su propia producción está en el nivel de 350 millones de metros cúbicos (mcm), menos del 1% del consumo anual del país.

Por lo tanto, los esfuerzos realizados por las autoridades turcas para explorar el Mediterráneo oriental y el Mar Negro están plenamente justificados, en particular, según los geólogos, se supone que las plataformas de estos mares almacenan una gran cantidad de gas natural y petróleo.

En cuarto lugar, Turquía tiene la capacidad de repeler a cualquier enemigo que reclame la propiedad de su tierra. Aquí las Fuerzas Armadas Turcas (DSK) juegan un papel muy importante.

El peso político-militar de Turquía es evidente en Oriente Medio, África y el sur del Cáucaso. El país mantiene una seria capacidad militar y política y se enfrenta a la urgente necesidad de desarrollar una fórmula óptima para cosechar los beneficios de la globalización en beneficio de su desarrollo, mientras que al mismo tiempo mantiene un margen para maniobras de política exterior más amplias y salvaguardando sus intereses de seguridad.

Entonces, en la cumbre de la OTAN en junio, uno puede esperar grandes cambios en las relaciones entre Estados Unidos y Turquía. Sin embargo, una cosa está clara: bajo Biden, las relaciones con Turquía ya no estarán bajo el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En el verano, quedará claro si las relaciones entre Turquía y Estados Unidos se volverán más complicadas o si las dos partes continuarán su cooperación.

* Director del International Expert Club Eurasiaz y editor en jefe de la agencia de noticias con sede en Azerbaiyán Vzglyad.az